Lo eterno tiene fin

Hoy me propuse cocinar, como no podía ser de otro modo elegí hacer pizzas, mi comida predilecta. Esperen, no crean que soy una fanática de la cocina y otros quehaceres del hogar, para ser sincera, actos como este suceden cada fin del mundo, pero que no cunda el pánico. Todavía algo de tiempo nos queda.
Tal vez en un desesperado intento por restaurar la calma en casa, algo de compasión por todos, un cortocircuito en mis parámetros de conductas esperadas, no lo sé. Solo sé que cuando me puse a pensar “ Emm que estoy haciendo? ” me encontraba revolviendo las ollas y comencé, con paciencia, a ponerle los ingredientes a lo que aprendería minutos más tarde.
No, no aprendí algo así como que a la salsa hay que ponerle azúcar o sino sabe medio agria, tampoco la pavada. Algo más profundo.
Las cosas en estos días no funcionan de maravilla como siempre, lo que antes era mi paraíso hoy es mi infierno. Y no culpó a nadie, yo creo que entre tantas y tantas cosas que hago por fin se equilibro la balanza, y como quien dice tengo lo que merezco.
Volvamos a la pizza, en un tris, el ambiente cambió de humor, la enfermedad volvió a azotar y la tristeza y desesperación fueron dos comensales que sin ser bienvenidos se sentaron antes a la mesa. La pizza?, la pizza pereció en el fuego.
Ya en la mesa, el tema de lo eterno se volvió infaltable, así como lo es el pan o la gaseosa. Cuanto dura la eternidad? Acaso existe? O lo inventaron los románticos empedernidos con sus absurdos juramentos de un mas allá? O tal ves es un invento de la colectividad religiosa como para dar aliento a la gente que de alguna manera buscan calmar sus ansias de saber que todo lo vivido no termina acá y de alguna manera perseguirlos y atosigarlos con que todas nuestras acciones son juzgadas en algún momento de nuestra historia?
Palabras van, palabras vienen, mi papa sentenció “nada es eterno, y todos lo tenemos asimilado”
Eso es nuevo! Nada es eterno? Entonces, nada de mis experiencias pasadas que perduran en mi memoria son eternas, se puede olvidar, se puede borrar, se puede acabar en cualquier momento y sin darme cuenta. Y ahí caí, será cierto? Y me puse a recabar en lo hondo de mis recuerdos, en tantas cosas vividas con ella que se me va, y.. paren el mundo! Es verdad. Aunque no lo tengo asimilado, el tiempo corre y por sobre todas las cosas. En estos días, semanas, y no se si meses Debo aprender a conjugar que:
Yo no soy para siempre.
Él no es para siempre
Ellos no son para siempre
Y aunque duela, Mi abuela, tampoco es para siempre =(